—Yo, Theodosia… te tomo a ti, Alexander… como mi horrible esposo...
Theodosia Devreaux
—Ya no te amo. -susurró ella.
—No te amo en absoluto.
—No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos.
Theodosia Devreaux y Alexander Markov
—No soy uno de esos cínicos que cree que el amor no existe, porque lo he visto en otras personas. Pero yo no puedo sentirlo. Ni por una mujer ni por nadie. Nunca he amado.
Alexander Markov
0 comentarios:
Publicar un comentario