—Tenía una regla: respeto. Por mí, por mi familia y por mis amigos. Demonios, incluso algunos de mis enemigos merecían respeto. No veía la razón para relacionarme con personas que no entendían esa lección de vida. Podía sonar hipócrita para las mujeres que habían pasado por la puerta de mi apartamento, pero si se trataran a ellas mismas con respeto, yo se los habría dado.
Travis Maddox
0 comentarios:
Publicar un comentario